La labor educativa político-ideológica del deporte en la comunidad debe materializarse como un proceso sistemático y progresivo de transformación social, debe contribuir a una cultura de respeto hacia los derechos humanos con énfasis en los derechos de la mujer y de los niños y niñas a la práctica de las actividades físicas y los deportes, la recreación sana, así como las normas de conciencia, fortalecer las relaciones sociales entre vecinos.
Existe un programa diseñado en la Dirección de Deporte que atiende las quejas, solicitudes y denuncias de la población, donde se desarrollan iniciativas propias a partir de los problemas y limitaciones identificadas de implementos y medios deportivos.
El deporte contribuye a la preparación de las personas en el desarrollo de capacidades y habilidades físicas y deportivas, así como a su formación cultural integral.